Uno de los procedimientos más importantes para el cuidado y fortalecimiento de las orquídeas es la poda. Si las recortas apropiadamente, garantizarás que una nueva espiga de flor crezca al año siguiente, e incluso la planta podría florecer una segunda vez en la misma época.
Para ello debes tener en cuenta diversas cuestiones que te ayudarán a tener orquídeas más esbeltas. Te hablamos de ellas a continuación:
Aguarda que caigan las flores
La primera sugerencia para este proceso es esperar el tiempo adecuado. Percibirás que la planta está lista para la poda cuando comience a dejar caer flores de la espiga. Esto indica que la etapa de cultivo está por concluir y es necesario el recorte.
Una poda anual
Ten en cuenta también que la poda debe ser cada año, siempre después de la floración. Este tiempo será suficiente para que la orquídea extienda sus pétalos, para luego tener energía para que crezcan nuevos tallos con más fuerza.
Buena higiene de los utensilios
Al comenzar la poda desinfecta las hojas de tu tijera ya sea con agua y jabón o en un baño de alcohol. Ambos procedimientos los debes realizar siempre que empieces el recorte con una flor nueva. Esto tiene el primordial propósito de impedir que la planta sea infectada por enfermedades ya sean hongos, bacterias o virus.
Corta los primeros nodos
Si deseas estimular el florecimiento de la orquídea cada año con más fortaleza, debes cortar la espiga casi un centímetro y medio el primer o segundo nodo. Estos contienen otros retoños durmientes y de este modo podrán entrar en actividad con facilidad.
Moldea una pasta con funguicida
Otro secreto de la correcta poda de las orquídeas está en el tratamiento que se le da a los incisiones luego de realizada la operación. Por eso para mejores resultados agrega una cucharadita de fungicida en polvo para orquídeas en un recipiente pequeño.
A esto añade agua suficiente para conformar una pasta.Esta mezcla debes aplicársela con un algodón a la espiga de la flor y verás como en poco tiempo verás los resultados de una orquídea más esplendorosa.
Poda correcta
La poda acertada de una orquídea puede incluso devolverle sus atractivos a una flor marchita. Para ello es aconsejable cortar el tallo floral a aproximadamente dos centímetros por encima de las yemas latentes para inducir el desarrollo de nuevas varas.
Cortes regulares de saneamiento
Para un mayor cuidado de su orquídea, debes tener en cuenta que además de la poda anual, se deben efectuar cortes regulares de saneamiento de la planta, para separar hojas y flores marchitas. Por último no olvide cortar las puntas negras que brotan cuando la planta envejece pues de este modo está rejuveneciendo su flor.